Acompañar
Imaginemos que vamos a acompañar a alguien a una caminata por el campo. ¿Dónde nos colocamos? ¿Al frente?, ¿atrás? Seguramente a un lado, porque la idea de “acompañar” nos remite a estar a la par. Sin embargo, cuando se trata de algún duelo no hacemos la misma interpretación.