Yo sabía. Sabía que era una apuesta riesgosa. Pero la continuidad me pareció inconcebible. Sabía, también, que significaría redoblar esfuerzos por los derechos de las mujeres, porque ni en el discurso prometía. Sabía y aposté con la firme convicción de que se necesitaba un golpe de timón para conseguir más democracia. Yo voté por usted, señor Presidente. Y usted dilapidó mi voto.
Quitó presupuesto a las guarderías. Luego a los refugios de mujeres víctimas de violencia. Luego el hoy digo que no, mañana que sí. Hoy digo que sí, mañana que no. Y como digo una cosa digo otra. Y no es broma. Es cálculo político.
Luego la insistencia –contra toda evidencia- de la familia mexicana como si fuera anuncio Coca-Cola, que oculta que millones de mujeres viven en el infierno porque están encerradas con su enemigo. Si la realidad no cuadra con su idea, peor para la realidad.
Luego sus injuriosas palabras contra las feministas. Injuriosas por ofensivas, pero también por falsas.
En fin, usted fue tirando pedazos de mi voto a la basura. Pero me sostenían las muchas mujeres en su gabinete o desde su partido que me representan con creces. Ya no fue suficiente. Terminó de dilapidar mi voto.
Todo lo detonó un evento organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), titulado “¿Racismo y/o clasismo en México?”, al que se invitó a distintos ponentes, entre ellos a un reconocido youtuber que suele emitir comentarios discriminatorios.
Durante dos días se saturaron las redes sociales con posturas a favor y en contra de invitar a este personaje. Se abrió un debate interesante. El problema surgió cuando su esposa, la señora Beatriz Gutiérrez Müller, se sintió indignada porque en otro tiempo ese señor había llamado despectivamente a su hijo.
Y yo puedo coincidir con la indignación de ella y la suya. Pero me parece inaceptable que eso diera lugar a una suma de desprecios que incluyó a la institución organizadora y a ex titulares de la dependencia. Decir que nombrará “a una gente de convicciones, que realmente esté en contra del racismo y la discriminación”, y decir “nosotros de verdad, no de manera simulada, vamos a seguir combatiendo el racismo y la discriminación” es insultante e inmerecido para Mónica Maccise y para quienes han precedido Conapred, incluida Alexandra Haas (titular que su gestión ratificó). Ambas profesionistas con reconocida trayectoria en la defensa de los derechos humanos, la igualdad y la no discriminación.
Lo que yo veo es que las ofensas a la familia presidencial le saldrán caras a quien las haga y a quien ose reunirse con quienes les hayan ofendido. Como en gobiernos anteriores. También veo, otra vez, que asume que no debe averiguar a fondo nada. Basta y sobra que le moleste para quitarlo de en medio. Como en gobiernos anteriores.
Por eso acaba de perder mi voto, señor Presidente. El próximo, quiero decir. El que he de emitir cuando llegue el momento de revisar su mandato.
Si lee esto dirá que soy Fifí, incapaz de comprender la profundidad de la 4T. Pero verá, estoy convencida que sin plena garantía y ejercicio de los derechos de las mujeres no hay igualdad, y sin igualdad no hay democracia que valga. Además, con soberbia y desprecio, tampoco hay transformación.