Soy Cecilia Lavalle Torres. Periodista egresada de la UNAM hace más de 30 años, feminista hace 25, conferencista y capacitadora hace 20, en temas relacionados con la comunicación, el empoderamiento, liderazgo y los derechos de las mujeres. Soy también especialista en Igualdad de Género por la Universidad de Castilla-La Mancha, España, y socia de “12624 Consultoras”, consultoría comprometida con la justicia, igualdad, democracia e integridad electoral en México y en el mundo.
Pertenezco a la “Red Nacional Mujeres en Plural“, que trabaja por la paridad en todos los espacios de toma de decisiones; a la “Red Internacional de Periodistas con Visión de Género“, al colectivo “Méxicos Posibles”, en donde trabajamos por un país más democrático y con paz sostenible, y a la plataforma Aúna, que impulsa nuevas representaciones políticas con liderazgos de mujeres para alcanzar mejores resultados en bienestar, justicia y
protección al medio ambiente.
Vivo en Chetumal, Quintana Roo, México, pedazo de mundo al que yo llamo “mi Sur”.
Amo el mar, me gusta el café recién hecho en la mañana, una copa de vino tinto en la noche, y el chocolate amargo siempre.
Soy esposa de Carlos, y madre de Alejandro y Talía. Son los tres amores más grandes con los que me ha bendecido la vida.

El periodismo me da el pretexto para ejercer mi derecho a la curiosidad como si fuera un asunto de formación profesional. Y es que disfruto mucho conversar, escuchar historias y escribir. Escribo siempre, o casi.
Comparto regularmente mis reflexiones en Cimacnoticias, la agencia periodística con perspectiva de género más importante de mi país, y en Siglo Nuevo, suplemento quincenal de El Siglo de Torreón, uno de los diarios con mayor tradición en el norte de México.
Escribí varios libros: Uno de reportajes y entrevistas; tres respecto a la participación política de las mujeres, y soy coautora de varios manuales de capacitación en igualdad, empoderamiento de las mujeres y sororidad.
Mi libro más reciente es, asimismo, el más personal. Comparto mis aprendizajes al vivir en duelo tras la muerte de mi hijo mayor.
Gracias por acompañarme en este tramo del camino.